top of page

Las Granadinas

12/11/2015 Hemos pasado las tres últimas semanas navegando de isla en isla por este micro paraíso que son las Islas Granadinas. El país está formado por la isla grande de Saint Vincent (esta nos la saltamos) y por otras 32 islitas de varios tamaños.

El color del agua es cada vez más increíble, pasando por miles de tonos de verdes, azules y turquesas, según el fondo de arena o arrecife. Las navegaciones entre islas son fáciles y cortitas, y la mayoría de los pueblitos tienen todo montado para los barco-turistas. Así que está muy bien, pero está petao! Y eso que aún estamos en el principio de la temporada alta. A nosotros nos gusta más estar poquitos barcos y no necesitamos que una barquita pase cada mañana vendiendo langostas, pan de coco, servicio de lavandería o hielo. Por eso hemos buscado los fondeos (bahías en las que echar el ancla) más apartados de las rutas de chárter.

Hemos visitado las islas de Union Island, Mayreau, Tobago Cays (donde se rodó piratas del caribe!) y Bequia. Navegando entre ellas pescamos un par de barracudas! BIEN! Ya necesitábamos un poco de proteína! Aprovechamos para estirar un poco las piernas y dar paseos por las islas, y así ver cómo vive la gente local. Hacer un poco de turismo. Todas las islas son de origen volcánico, y son muy montañosas, en miniatura. Subiendo a los picos más altos, un paseíto, había unas vistas alucinantes de las otras islas y los arrecifes y las aguas.

Aun no hemos encontrado sitios para hacer snorkel alucinantes, aunque los que hemos visitado no están nada mal. En Mayreau, nada más saltar al agua para comprobar si el ancla se había enganchado bien, vi que había miles de estrellas de mar justo debajo del barco! Y en Tobao Cays, nos hartamos de ver tortugas alrededor del barco. Se podía nadar con ellas y no se asustaban.

También hemos padecido la meteorología caribeña. De pronto el viento empieza a soplar muy fuerte, el cielo se cubre de nubes cargadísimas de agua, y caen unos chubascos tremendos. Si el ancla no está bien enterrada en la arena, garrea, es decir, que los vientos fuertes hacen que el barco empiece a irse solo sin control. Varios chubascos nos pillaron en medio de la noche. Y alguno nos dio un buen susto. Nos levantamos a ver si todo va bien, y comprobamos que estamos yéndonos poco a poco hacia altamar. En medio de la noche y sin luna, bajo la lluvia torrencial, nos tuvimos que poner a navegar entre arrecifes para busca otro trocito de arena en la que volver a echar el ancla. Dos veces. Menos mal que las tecnologías nos acompañan. Con el GPS y las cartas electrónicas todo es mucho más fácil. No me quiero imaginar que harían los piratas en aquellos tiempos…

¡Han sido unas semanas increíbles! Nos alegremos muchísimo de haber decidido ver el Caribe en vez de ir directos hacia Panamá. Además siempre había barcos de amigos con los que hemos coincidido en varios sitios, siempre teníamos compañía asegurada. Todavía hay otras tantas islas hacia el norte, esperemos que sean tan bonitas o mejores! En una semanita recibimos a la familia que viene de visita. Nos quedan muchos preparativos para que encuentren a Freya resplandeciente!


bottom of page